Cada día de nuestra vida lidiamos con situaciones de tensión. La cuestión está en que no somos conscientes de las mismas hasta que se cronifican, pudiendo convertirse en patología.
El estrés forma parte de nuestro día a día con demasiada naturalidad. De hecho, la gran mayoría de las enfermedades están relacionadas con el estrés, y si no lo están las agravan. Aunque bien es cierto que, para mantenernos vivos, es necesario que exista cierto nivel de estrés, estrés positivo o estrés, si es a grandes niveles, y estamos expuestos demasiado tiempo a él, se convierte en negativo o distrés, que es el que provoca enfermedades.
El movimiento somático, es una buena opción para aprender a gestionar estas situaciones, y que no le afecte a nuestra salud.
¿Qué es el movimiento somático y a qué ayuda?
El movimiento somático se considera terapéutico, pues proporciona bienestar a través del movimiento y la consciencia corporal, recuperando el balance del mismo y percibiendo al cuerpo desde el interior.
Utiliza movimientos suaves y conscientes para aliviar el estrés y la tensión muscular. Implica la atención en el «cuerpo vivo desde dentro» , así como en el propio movimiento, para relajar las estructuras corporales y liberar al sistema nervioso.
Su práctica puede ayudar a reducir la ansiedad, mejorar la flexibilidad y liberar patrones de movimiento que causan dolor; aliviando por tanto, los síntomas de ciertas enfermedades crónicas como el dolor crónico.
También se ha relacionado con una mejora en la concentración, el humor y el rendimiento cognitivo. Proporcionando salud, bienestar y mayor relajación.
¿Para qué aprender a relajarnos?
Aprender a relajarse es una forma de reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la concentración y el rendimiento, aumentar la energía y el bienestar, y mejorar la salud mental y física. Esto puede mejorar el sueño, la memoria, el humor y el bienestar general.
También puede ayudar a aumentar la creatividad y la productividad, mejorar la relación con los demás y disminuir la sensación de estar abrumado. Esta habilidad es de gran ayuda para enfrentar los desafíos diarios de la vida.
¿Qué puedes ver en cada sesión de Momana?
Los aspectos que vas a ver en las sesiones de movimiento somático en Momana son las siguientes:
- Toma de consciencia inicial, para darnos cuenta de cómo viene el cuerpo cada día.
- Automasajes y encuentro corporal a través de la medicina del tacto la caricia.
- Suaves movimientos, biomecánicamente diseñados, para liberar tensiones y aumentar el espacio interno.
- Danza expresiva, para la liberación. A través del movimiento libre, logramos expresar lo que hay, sea un sentimiento, juicio o tensiones musculares…simplemente dar espacio y permitirnos ser, con todo, sin censura. Logrando liberación y expansión.
- Relajación y quietud, poniendo en práctica el arte de la entrega.
- Meditación y silencio interior, para la expansión e integración final.
- Redescubrir, en definitiva, la naturaleza interna que habita en el cuerpo, como lugar de aprendizaje, rehabilitación y sanación. Nos reconecta con nosotros mismos, con la vida, la tierra, el cielo y el sol. Nos proporciona equilibrio.
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