Estamos siendo testigos de un renacer colectivo. Se nos plantean retos continuamente, épocas más desafiantes, mayor estrés y conflictos. En esos momentos es cuando más necesitamos estabilizar una variante y pararnos a sentir para poder escuchar a un conocimiento que procede de lo más profundo de nuestras células, nuestra guía interior.
Tras veintitrés años usando el cuerpo a través de diferentes disciplinas hemos permitido que esa coherencia sobre lo que le proporciona bienestar y salud a nuestro cuerpo emerja, y surja nuestra metodología de trabajo a la que llamamos Movimiento Más Natural.
Dicha metodología en su versión más terapéutica y rehabilitadora, recibe el nombre de YOGA-PILATES TERAPÉUTICO.
Como “artesanas del cuerpo”, uno de nuestra principal motivación ha sido que el trabajo corporal nos ayude a conocernos mejor, es decir, alcanzar una metodología que nos permita el autoconocimiento a través de un trabajo corporal desde la consciencia.
Para que la consciencia brille en nuestro escenario de práctica diaria, se precisa atención y aprender a movernos un poco más lento en el presente.
Ofrecemos un espacio donde la reparación del sistema nervioso y la rehabilitación del cuerpo son nuestra prioridad. Entendiendo al cuerpo como un sistema sintiente.
¿Y por qué en estos momentos es tan importante sentirse? Porque cuando nos atrevemos a sentirnos conectamos con nuestra sabiduría interna, con nuestra intuición.
Cuando me siento, sé lo que preciso y sé lo que me conviene. Dejo de darle más poder al pensamiento limitante, al juicio rápido y a lo que viene de afuera.
Hemos perdido nuestro poder personal al darle más importancia a eso, en vez de a lo que yo realmente siento que necesito en cada momento.
¿Qué necesito?, en vez de qué se espera de mí ¿Qué siento?, en vez de ¿Por qué me ha pasado esto?
Podemos comenzar el camino para conectar con nuestra verdadera naturaleza, sintiendo el cuerpo. Y es que el cuerpo a través del síntoma nos da las pistas para percibir cómo nos manejan esos hilos del inconsciente pues, muchas de las dolencias parten de una causa emocional.
Ahí empieza el camino, desde el cuerpo; así nos hacemos conscientes y responsables de nuestra propia vida. El premio es la consciencia.A medida que clarificamos el vínculo con nosotros mismos, vamos entendiendo cómo es y cómo funciona el cuerpo, mente y emociones… expresando una mayor coherencia en nuestro hacer cotidiano.
Es urgente atender-nos y entender-nos.
En el camino de autoconocimiento, el cuerpo nos muestra la ruta que necesitamos seguir. Y el camino nos lleva primero a él, después a la mente y en última instancia a las emociones.
Partimos de lo corporal, de lo real y tangible como vehículo para llegar a nuestra esencia, vivir en el presente, anclados a la tierra, para que la consciencia pueda encarnar, hacerse carne. Pero para poder llegar a nuestra esencia hay que hacer un trabajo REAL.
Llevar la consciencia al día a día implica, aunque no me guste percibir lo que el momento presente me trae a través de pensamientos y emociones tóxicas, repetitivas o recurrentes. Somos adictos a algo que no quiero sentir, menuda contradicción e incoherencia. Y si no hay coherencia en nuestra vida entre lo que pienso, siento y luego hago no estamos en paz, vivimos en un sin sentido.
¡Pero es que vienen para ello, para ser vistos y reconocidos!
Es urgente aprender a sentir la ansiedad cuando aparezca y aprender a trascenderla!
Nuestras sesiones incluyen los siguientes contenidos, llevándonos a alcanzar sus correspondientes objetivos:
- Respiración.
- Las sensaciones corporales.
- La autoconsciencia a través del movimiento más natural
- Método Pilates y ejercicios de fortalecimiento.
- Asanas (posturas de yoga)
- Técnicas de relajación.
- Danza expresiva para la liberación
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